Una actitud de agradecimiento
Es bueno dar gracias al Señor, cantar alabanzas al Altísimo. Es bueno proclamar por la mañana tu amor inagotable y por la noche tu fidelidad, [...] Todo lo que has hecho por mí, Señor, ¡me emociona! Canto de alegría por todo lo que has hecho
Lucas 17:11-19Mientras Jesús seguía camino a Jerusalén, llegó a la frontera entre Galilea y Samaria. Al entrar en una aldea, diez hombres con lepra se quedaron a la distancia, gritando: -¡Jesús! ¡Maestro! ¡Ten compasión de nosotros! Jesús los miró y dijo: -Vayan y preséntense a los sacerdotes. Y, mientras ellos iban, quedaron limpios de la lepra. Uno de ellos, cuando vio que estaba sano, volvió a Jesús, y exclamó: «¡Alaben a Dios!». Y cayó al suelo, a los pies de Jesús, y le agradeció por lo que había hecho. Ese hombre era samaritano. Jesús preguntó: «¿No sané a diez hombres? ¿Dónde están los otros nueve? ¿Ninguno volvió para darle gloria a Dios excepto este extranjero?». Y Jesús le dijo al hombre: «Levántate y sigue tu camino. Tu fe te ha sanado».
Salmo 116:12-19¿Qué puedo ofrecerle al SEÑOR por todo lo que ha hecho a mi favor? Levantaré la copa de la salvación y alabaré el nombre del SEÑOR por salvarme. Cumpliré las promesas que le hice al SEÑOR en presencia de todo su pueblo. Al SEÑOR le conmueve profundamente la muerte de sus amados. Oh SEÑOR, soy tu siervo; sí, soy tu siervo, nací en tu casa; me has liberado de mis cadenas. Te ofreceré un sacrificio de agradecimiento e invocaré el nombre del SEÑOR. Cumpliré mis votos al SEÑOR en presencia de todo su pueblo, en la casa del SEÑOR, en el corazón de Jerusalén.